En su viaje alrededor del mundo, Solar Impulse 2 (Si2) – la aeronave propulsada por la energía solar de los pioneros suizos Bertrand Piccard y André Borschberg – aterrizó en Sevilla, España, tras un vuelo de tres días y tres noches (71 horas y 8 minutos) sin combustible, completando la travesía del Océano Atlántico con nuevos records mundiales. El vuelo transatlántico recorrió una distancia de 6’765 kilómetros (4’203 millas) propulsado exclusivamente por el sol, confirmando la visión de Solar Impulse de que las tecnologías limpias y las energías renovables pueden lograr lo imposible.
A los mandos del Si2, Bertrand Piccard aterrizó en el aeropuerto de Sevilla a las 07h38 hora local (UTC+2), luego del vuelo histórico de tres días y tres noches que despegó de Nueva York el 20 de junio a las 2:30 hora local (UTC-4) – a una altitud máxima de 8’534m (28’000 ft) y velocidad media de 95,10 km/h (59 m/h) – completando el primer vuelo transatlántico eléctrico, solar y libre de emisiones de la historia y rompiendo varios récords mundiales (a la espera de aprobación de la FAI). Los que incluyen distancia y altitud en la categoría de avión eléctrico y la distancia a lo largo de un camino pre-declarado en la categoría de avión solar
Durante siglos, el Océano Atlántico ha sido un parque de aventuras para los exploradores de todos los tiempos con sus diversos medios de transporte – veleros, barcos de vapor, aviones, dirigibles, globos aerostáticos, y hasta windsurfs. Hace 500 años que Cristóbal Colón partió de Andalucía rumbo a lo desconocido, descubriendo las Américas. El siglo pasado Charles Lindbergh realiza el primer vuelo transatlántico en solitario con su aeronave prototipo The Spirit of St. Louis, abriendo el camino para el desarrollo de la aviación comercial. Hoy día, Solar Impulse logra la misma travesía del Océano Atlántico, pero sin combustible, sentando las bases para el futuro de las tecnologías limpias y la eficiencia energética.
“El Atlántico siempre ha puesto de manifiesto las transiciones entre el ‘viejo’ y el ‘nuevo’ mundo. Pero si bien estos mundos solían ser continentes geográficos, hoy día son Estados de la mente. El 'viejo' mundo es aquel de aparatos ineficientes y contaminantes que agotan los recursos de la tierra. El 'nuevo' mundo es el de las tecnologías modernas y limpias, que pueden reducir a la mitad nuestro consumo mundial de energía, ahorrar recursos naturales y mejorar nuestra calidad de vida. Con este vuelo transatlántico, nuestro objetivo es inspirar la adopción de tecnologías limpias en todas partes”, dijo Bertrand Piccard, iniciador y Presidente de Solar Impulse, a los mandos del primer avión sin combustible en volar sobre el Atlántico.
El año pasado, André Borschberg logró un hito histórico al volar el Si2 durante cinco días y sus noches sobre el Pacífico de Japón a Hawái, demostrando de este modo que, en teoría, es posible volar de manera perpetua Hoy día, Bertrand Piccard completó la travesía del Atlántico – un rito iniciático que confirma de manera simbólica la madurez y usabilidad del uso de las tecnologías limpias, con la clara intención de inspirar a las personas y a las Naciones a que las adopten en todas partes en su vida diaria. La travesía del transatlántico de Solar Impulse es más que un primer vuelo en la historia de la aviación, es un hecho pionero en la historia de las energías renovables.
“Solar Impulse es una demostración de eficiencia energética y gestión de energía inteligente, similar a volar una red inteligente. Simplemente imaginate que tu reserva de energía aumenta durante el vuelo y que dispones de ella día tras día" enfatizó André Borschberg, Director, Cofundador y Piloto. "Inicialmente la industria de la aviación nos dijo que era imposible construir un avión tal, pero considerábamos que sería posible lograrlo gracias a las tecnologías de nuestros socios. El año pasado demostramos que se podía volar casi perpetuamente, y ahora lo hemos confirmado
con el vuelo transatlántico, demostrando de nuevo que el cambio es posible cuando se adopta una actitud adecuada y no tememos traspasar nuestros propios límites.”
Bertrand Piccard inició a Solar Impulse con la visión de tener un avión apto para volar día y noche sin utilizar combustible. A fin de traducir esta visión en realidad, reunió a socios para financiar este aventura y contó con la colaboración de André Borschberg, quien aunó al equipo de diseño y construcción del Si2. Además de ser un hito aeronáutico, el proyecto Solar Impulse se concibió como una plataforma, ahora ampliamente reconocida, para sensibilizar y fomentar acciones políticas a favor de las tecnologías limpias. Para avanzar aún más la ambición, Bertrand Piccard y André Borschberg anunciaron durante el tercer día del vuelo transatlántico, la intención de crear el Comité Internacional de las Tecnologías Limpias.
El aterrizo en España fue recibido por la Patrulla Águila del Ejército del Aire Español. , La misión continuará a Abu Dabi en los Emiratos Árabes donde, en marzo de 2015, empezó la aventura. Al volar alrededor del mundo sin combustible, Bertrand Piccard y André Borschberg están demostrando que la exploración y el pionerismo del día de hoy ya no son una cuestión de conquistar nuevos territorios, sino de explorar nuevas formas para tener una mejor calidad de vida en la tierra. Las tecnologías de Solar Impulse pueden ya ser utilizadas en terreno, y tienen el potencial de cambiar los hábitos individuales, las sociedades y los mercados de una manera sin precedentes.
Fuente: Solar Impulse
Imágenes cortesía de Solar Impulse ©
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